Reflexión de Verónica Ortiz, una viajera boricua quien recientemente cumplió años en Malasia y quién se encuentra en el cuarto mes de su travesía viajando el mundo.

Exactamente el día de mi cumpleaños el año pasado decidí que “la peseta” no me iba a hacer entrar en mucha crisis, que iba a convertir el año en uno de tomar decisiones y actuar; los sueños dejarían de ser sueños y me armaría de valor para hacer lo que quería hacer. Me dije a mi misma: “los 26 no los cumpliré aquí (en PR) así sea que me monte en un avión el día antes de mi cumpleaños, lo pasaré fuera de aquí” Para lograr esto tenía una idea en mi mente, un timeline de aproximadamente 6 o 7 que me daría para prepararme tanto económica como mentalmente.

Un mes después de mi cumpleaños me senté a hablar con mi jefe sobre mi desempeño en el trabajo. Como de costumbre, Eduardo no es de seguir muchos formatos así que se tiró una de esas preguntas que lo caracterizan tan pronto me senté frente a él: “¿Qué tu quieres hacer?” Yo pensaba que me hablaba del trabajo así que procedí a inventar alguna cosa de lo que quisiera estar haciendo. Sí dije inventar pues ya mi cabeza estaba en otro lugar hace tiempo y aparentemente él lo sabía, así que me miró raro y me volvió a repetir “¿Qué tu quisieras estar haciendo?” a lo que respondí “Viajando”. Luego de eso me dijo “¿y qué tu necesitas llevar dentro de tu mochila? ¿cómo tu necesitas prepararte para que eso sea posible?” la primera cosa que le mencioné fue “confianza en mi misma”… Muchas cosas pasaron antes de esta conversación pero muchísimas más pasaron después. Tantas que a penas sentía que corazón pudiera aguantar mucho más y aunque ya me había puesto una meta para el año una parte de mi seguía sintiendo mucho miedo y muchas veces consideré chuparme toda la mierda, conformarme y quedarme, si total solo unos pocos sabían lo que yo quería hacer, así que no era como que debía dar explicaciones o rendirle cuentas a nadie…

A pesar de que solo un puñado de personas conocía lo que estaba pensando y planificando hacer eran las personas necesarias y las correctas para estar ahí durante ese proceso, pues esos mismos fueron los que nunca me dejaron “enganchar los guantes” Según ellos yo tenía que hacerlo porque eso era lo que “yo quería hacer” y yo entre todos los miedos ya ni sabía realmente que coños era lo que quería hacer. Aún así, tal vez por presión o por huir de todo lo que me pasaba compré mi pasaje de salida de PR sin fecha de regreso (pero con el dinero medio contao jajaja) Desde el momento en que compré el pasaje hasta el momento en que me monté en el avión pasaron 4 meses y aunque las cosas se empezaron a ver diferentes seguía buscando la manera de boicotearme. A l momento en que me monté en el avión estaba “tranquila” pero aún así no sentía llevar la “confianza en mi misma dentro de la mochila” y el miedo seguía haciendo que me cuestionara si esto era lo que realmente YO quería hacer.

Hoy, 4 meses, 5 países y 24 ciudades después agradezco a ese puñado de gente que me “presionó” pues si yo no me hubiese ido no era a ellos que les iba a tener que dar explicaciones; me iba a tener que dar explicaciones a mi misma por el resto de mi vida. Así que ahora agradezco el miedo, agradezco la confianza que muchos otros han puesto en mi antes que yo misma, agradezco los días de dolor y de lágrimas, agradezco todo lo que me “empujó” a irme, agradezco el silencio y la soledad, agradezco todos y cada uno de los días que he vivido pues esos me han traído hasta aquí.

Los 25 me sorprendieron más de lo que me imaginé y aunque sigo trabajando con la confianza en mi misma estoy segura de que los 26 serán aún mejores o los próximos 25 o los próximos 50 o hasta donde dé. Sigo aprendiendo y lo seguiré haciendo por el resto de mi vida pero aún mejor sigo abriendo mi corazón, aceptando mi pasado, dejando de compararme y de ponerme limitaciones que solo existen en mi cabeza, amando con todo mi ser, soltando, dejando ir, tratando de no vivir de expectativas si no dejando que la vida me sorprenda cada segundo… caminando, viviendo y respirando cada momento. Son incontables las cosas que he aprendido del mundo, de otros, pero son más aún las que he aprendido de mi misma… así que mi deseo para este nuevo año es seguir abrazándome y en la manera que pueda, inspirar a que otros… a que no nos tengamos miedo, que cosas buenas también pasan cuando miramos dentro de nosotros, sentimos, sufrimos, reímos, lloramos y de paso dejamos ir todas las ataduras, todo lo que nos pesa y simplemente estamos presentes…

Vero
Cuenta de Instagram: @respira.el.momento

Ha Long Bay, Vietnam
Ha Long Bay, Vietnam

 

Tam Coc, Vietnam
Tam Coc, Vietnam

 

Ha Long Bay, Vietnam
Ha Long Bay, Vietnam

 

Bagan, Myanmar
Bagan, Myanmar

 

Koh Samui, Tailandia
Koh Samui, Tailandia

 

Chiang Mai, Tailandia
Chiang Mai, Tailandia

 

Koh Phi Phi, Tailandia
Koh Phi Phi, Tailandia

 

Angkor Wat, Cambodia
Angkor Wat, Cambodia

Esta entrada tiene 6 comentarios

  1. Juan

    De q vives,como puedes pagar los pasaje, estadías u gastos?

    1. Arnaldo Santiago

      Ella estuvo ahorrando por un año para eso. Otros viajeros que conozco, buscan trabajo en los países que están. Hay muchos países que es fácil conseguir trabajo como Australia y Nueva Zelanda.

  2. Andrea Quijada

    Wow! Que clase de escrito…ha sido un empujon al miedo. Necesito hacer el dinero y zumbarme! Gracias Vero! Con cuanto se empieza la aventura, dame una idea y lo produzco!…Buen viaje!

  3. Chrystian rivera

    Personas así son las que vale la pena tener alrededor que te motiven a hacer cosas nuevas y a tomar las decisiones correctas. Que disfrutes tu viaje

  4. Alejandro

    Cuando van de nuevo a Thailandia? Me gustaría ir con ustedes.

  5. Gabriela

    Hola. yo quiero viajar 🙂

Comentarios cerrados.